11 de octubre de 2009

Ojoota, Ojoota...!!!

OJOOOTA, OJOOOTA...!!!
(Publicado originalmente en www.decano.com el 18/08/05)

La historia de Nacional está llena de jugadores a quienes los rivales hubieran preferido no tener que enfrentar. Desde Artime a Nasazzi, desde Cococho hasta el Chengue, desde el Hugo hasta Scarone, desde Sosita hasta Leandro Andrade, desde Atilio hasta el Palillo, desde el Loco hasta Abdón, por nombrar sólo unos pocos de ellos. Cualquier hincha de cualquier club seguramente querría siempre a jugadores como éstos en su equipo, pero no en el de enfrente.

No se trata de comparar futbolistas que, por sus características y por los diferentes momentos históricos en que defendieron a Nacional, resultan incomparables. Pero todos ellos, y muchos más que es imposible enumerar en forma exhaustiva, comparten una cualidad: su inclaudicable defensa de los colores. El hincha de Nacional sabe agradecer como ningún otro a quienes con su esfuerzo y su sudor han sabido y saben defender la camiseta más gloriosa y por lo tanto más pesada del mundo. Más allá de triunfos o derrotas, hay jugadores elegidos, a los que esa cualidad les aseguró un lugar definitivo en el corazón del hincha, ese músculo rojo, blanco y azul al que no es fácil acceder, pero que una vez dentro del mismo, ya no se sale más.

Dicen por ahí que los imprescindibles no existen, que el cementerio está lleno de ellos. Pero en determinados momentos de la vida y de la historia, en todos los ámbitos, hay personas que resultan imprescindibles. Cada uno en su época, todos los futbolistas mencionados lo fueron. Basta pensar en los grandes vacíos que sus ausencias fueron dejando, en la incertidumbre que las mismas fueron provocando en los hinchas, para darse cuenta de esa cualidad.

En estos días se está yendo de Nacional, calladito, de la misma forma en que llegó al club en el año 99, uno de los jugadores más queridos por los hinchas. No eran muchos los que en ese año sabían quién era ese jugador. En ese momento se llamaba Oscar Javier Morales. Con el tiempo, el afecto de los hinchas lo bautizó simplemente 'OJ'. Pocos futbolistas han hecho tantos méritos y merecimientos como él para llegar a un logro tan importante en su carrera deportiva, como el pase al fútbol europeo. Ese logro pone en el hincha los sentimientos de siempre, cuando se trata de futbolistas como 'OJ': la alegría porque un jugador tan querido por todos alcance un objetivo trascendente en su carrera, mezclada con la preocupación de saber que su ausencia será muy difícil de disimular.

'OJ' obtuvo cuatro de los siete campeonatos uruguayos que disputó con Nacional y fue un ganador de clásicos en forma consuetudinaria, sobre todo los más importantes. Sin ser un jugador que hiciera muchos goles, hasta se dio el gusto de convertirle uno al rival de siempre, y uno trascendente, que contribuyó a un triunfo tricolor, como casi todos los goles que hizo en Nacional. Cuando se escriba la historia de estos años, de dominio absoluto de Nacional en el fútbol local, con cinco campeonatos uruguayos ganados en los últimos ocho años, la figura de 'OJ' tendrá un lugar muy relevante.

Desde hace años, la prensa especializada considera en forma unánime que los méritos de 'OJ' han sido más que suficientes para tener un lugar en la selección uruguaya. Sin embargo, los técnicos de turno tuvieron otros preferidos. Ahora que se va de Nacional, le hacen justicia. Más vale tarde que nunca.

Creemos no equivocarnos si, asumiendo una representación que nadie nos dio, en nombre de todos los hinchas de Nacional le damos a 'OJ' un enorme GRACIAS, por todo que hizo por Nacional y le deseamos los éxitos que se merece por su defensa de nuestros colores. Se está yendo, pero cada día que pase de aquí en adelante, será uno menos que falte para decirle de nuevo: 'OJ, bienvenido a tu casa...'

Rodrigo
(editor)

Publicado originalmente en www.decano.com el 18/08/05